El blanqueamiento dental se ha convertido en uno de los procedimientos dentales más solicitados por el ser humano, exigiendo sonrisas más blancas y perfectas. Se han puestos a disposición muchas opciones para el blanqueamiento dental incluyendo productos caseros, así como sistemas en el consultorio donde se aplican productos que contienen agentes blanqueadores altamente concentrados bajo supervisión profesional. Los ingredientes comunes como las sustancias del té y el café, así como fumar, la tetraciclina o los colorantes alimentarios, pueden filtrarse en los dientes y, como tales, estas manchas pueden persistir en la estructura porosa del esmalte. Con el envejecimiento, los dientes tienden a decolorarse con la acumulación de diversas manchas, además de que el esmalte se erosiona gradualmente para exponer la dentina amarilla. El blanqueamiento dental es cualquier proceso que aclara el color de un diente, este se puede lograr mediante la eliminación física de la mancha o una reacción química para aclarar el color del diente. El ingrediente activo de la mayoría de los productos blanqueadores es el peróxido de hidrógeno, que se administra como peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida. Tanto el profesional como los pacientes han sido consientes de ciertos riesgos relacionados con el blanqueamiento dental, como el aumento de la sensibilidad, irritación gingival, rugosidad, el ablandamiento de la superficie de los dientes y la degradación de las restauraciones dentales.

Henríquez Domínguez, Estefany Marizol. (2025). Peróxido de carbamida vs peróxido de hidrógeno en el aclaramiento dental ([No definido] ed.). [No definido].